sábado, 17 de octubre de 2015

EUROLIGA, UN APUNTE DE LA PRIMERA JORNADA

                       


Visto ya al completo el primer día de euroliga. Un primer día que, al menos a mi me confirma que esta edición va a ser muy larga y hay toda una serie de equipos a los que es casi imposible evaluar a estas alturas. Uno de ellos bien pudiera ser el Maccabi, humillado ayer en Moscú y con sensaciones defensivas por momento horribles. Y sin embargo, lo más preocupante creo que se vio en el aspecto ofensivo. De todos los interrogantes que presentaban los de Goodes en la previa, una gran parte se presentaron ayer: Farmar gestiona regular sus apariciones, su mezcla con Rochestie aun no funciona, la configuración interior es larga pero plana y choca con la tradicional macabea, cuando se deciden a jugar con 4 abiertos acortan demasiado la rotación exterior donde parece faltar un killer. Uno se pregunta sobre el frustrado fichaje de Erceg en lugar de Onuaku y cada vez entiende menos y más con el mal estado físico de Faverani. Pero, como con el resto, queda mucho. Faltaba Randle, ilusiona Bender, en casa seguirán siendo temibles y Goodes tiene herramientas para encajar muchas cosas. En el otro extremo, el Cska no echaba de menos ni a Khryapa ni a Freeland. A itoudis le sigue costando encontrarle sitio a Fridzon...pero a cambio el equipo este año es aun más suyo. Ayer de inicio Jackson, De Colo (deliciosos sus primeros minutos) y Kourbanov. Y a la primera rotación, Milos por el ruso...ahondando en el estilo y sin complejos. Me cuesta diferenciar mi escepticismo con el entrenador griego y su tendencia al nerviosismo de mi entusiasmo con este tipo de propuesta. Habrá que deleitarse con el segundo y que sea lo que sea...
Para comentar daría también la solvencia de Estrella Roja u Olympiacos, el buen partido de Kuzminskas o el retorno victorioso a la primera competición continental de un Darussafaka largo aun sin Markoishvili y que acabó imponiendo su idea a un inocente (aun) Sassari. Pero, para mi, la imagen del día se queda en el otro partido disputado en Turquía. Del mal partido y liosos Barcelona ya se ha hablado bastante y particularmente sigo sin entender ni el histerismo del verano, ni la ilusión de la supercopa como tampoco el derrotismo del día de hoy. Es el Barcelona otro de los equipos a los que juzgar bastante más adelante. Y es que, la imagen del primer día tiene que ser para el Pinar. Con su publico de nuevo entregado, han demostrado que la reinvención es posible y lo es, por si fuera poco, manteniendo la idea, el atrevimiento, la frescura y el punto de bendita irracionalidad. Y mucha parte de culpa, la tiene su entrenador, un Ufuk Sarica de nuevo triunfador en un partido fuera de la ortodoxia. Y esa es la imagen del día: Quedan unos segundos y el triunfo es un hecho. Sarica, físicamente a día de hoy un cruce entre Hector Galan y Juanan Orenga, respira aliviado con una considerable sudada (siendo malos podríamos hablar de su actividad en la banda y la que desarrollaba en la pista en el Efes noventero). Por detrás llega Kerem Gonlum, le abraza le dice algo y los dos se ríen de manera tan natural como ilusionante. Gonlum es hoy un veterano de la euroliga, mientras que para Sarica esta es solo su segunda oportunidad en su actual faceta. Y es imposible no pensar, que hace más de tres lustros, Gonlum era un chaval que recién llegado del Kolejliler aterrizaba en Istambul para jugar en el Ulker. Y allí su primer apoyo, el tipo que lo acogió y el que se quedaba con él después de los entrenamientos era uno de los veteranos del equipo: si, el propio Ufuk Sarica. Un año después el Ulker se llevaría la liga, con ellos dos, con unos entonces aun jóvenes Erdogan o Pachulia, con Erdenay y Goljovic como estrellas y con tipos tan interesantes en ese contexto como Lollis o Handlogten. Es recordar esa historia y es imposible no pensar que esa sonrisa, que esa complicidad, es algo más que ganarle al Barcelona, es algo más que poner a Izmir en el mapa del basket europeo otra vez. Porque con todas sus miserias e imperfecciones, este baloncesto europeo también tiene sus historias y mucho pero mucho que ofrecer. La rueda de prensa posterior con Sarica agradeciendo a Gonlum su implicación, la guinda...



El segundo día se abría con la vuelta de Calathes a Krasnodar para dibujar un notable partido pero sin el premio del triunfo. Huerfano de Randolph, el Loko fue un equipo por momentos tierno en defensa, por momentos obcecado en ataque pero siempre con una idea de juego muy en consonancia con la idea que busca implantar Bartzokas. Y es que el Faemino particular de la euroliga volvía a la competición dejando una nueva muestra de su versatilidad en un equipo que si recupera a Randolph puede tener su recorrido. Delaney sigue jugando en la liga de los mejores bases de Europa, Draper muerde atrás, Fesenko pone minutos de presencia ofensiva, Claver parece decidido, Singlenton tiene mucho que dar y el bloque nacional puede dar fondo de armario, mientras Broekhoff alcanza el punto que sin duda puede dar.
El Panathinaikos por momentos jugaba un baloncesto notable, equilibrado y con una notable circulación de balón, pero su falta de mordiente en el tiro exterior (y eso en un relativo buen día de Calathes o Diamantidis) generaba un atasco notable y que apunta a punto negro durante el año. Nada halagueña parece tampoco la falta de cintura defensiva de Raduljica o Kuzmic ante estructuras abiertas por lo que Djordjevic (sin el paraguas que tiene en la selección) tiene trabajo por delante por más que la plantilla evidencia una clara mejoría respecto a la del año pasado. Sin Udoh finalmente, el nuevo Fenerbahce debutaba con una victoria algo gris ante un Bayern con mejores sensaciones a las mostradas en el inicio de la bundesliga. De menos a más, los de Obradovic acabaron sentenciando por oficio, con Datome como máximo anotador pese a no vivir su mejor día. Si antes hablábamos de historias, sin duda las de los dos técnicos daría para un libro aparte, aunque curiosamente pocas veces se han cruzado en partidos clave. A modo de curiosidad (frikada en realidad) se puede apuntar otra sinergia: Cuando se habla de la etapa de jugador de Zeljko Obradovic suele ponerse el acento en que no fue internacional hasta el preolímpico del 88, incluyendo categorías inferiores. Esa información tiene un matiz: Zeljko formó parte del equipo junior yugoslavo que en 1979 se llevó los juegos de los Balcanes...allí, entre otros, fue compañero de Emir Mutapcic, el hoy segundo entrenador del Bayern. Segundo de un Pesic que en 2001 reveló a Zeljko en la selección...lo dicho, si se buscan, este basket nuestro tiene muchas historias cruzadas, muchas historias que contar. El pleno del basket turco lo completaba un Efes solvente en Francia al ritmo de un Heurtel inspirado y con Diebler poniendo la dinamita tantas veces añorada el curso pasado. Aun sin Krstic, el puzzle interior abría una nueva posibilidad con Ivkovic probando a Saric como alero, quizás en parte por la ausencia de Osman. Se augura año duro para el Limoges y parece más suelto este Efes, más clarividente en ataque y con estructura más adecuada, aunque habrán de llegar rivales más duros para examinarlo.



El otro plato fuerte del día llegaba con un Khimki-Madrid, que bien pudiera haber sido vendido como una suerte de supercopa de Europa. Nada que objetar al triunfo del cuadro ruso en el que Koponen parece ir recuperando algo de aliento y donde Kurtinaitis preparó el partido a la perfección. Mezclando los quintetos en busca de equilibrio, supo dotar al equipo de su habitual solvencia ofensiva mientras en defensa al enorme (pero enorme) trabajo de Augustine se añadía una búsqueda agresiva de ataque al hombre de balón, una conciencia del rebote, y una perfecta lectura dependiendo del protagonista ofensivo. Tardó en aparecer Rice, Shved lo hizo a chispazos y Todorovic despejo algunas dudas para rematar a un Madrid ahora mismo muy plano. Un Madrid que ahora mismo puede tener su mayor enemigo en un entorno que si ya fue exigente en el inicio del curso pasado en este puede alcanzar el paroxismo. Pero, como para el resto, esta historia es muy pero que muy larga. Y es cierto que el Madrid presenta señales de agotamiento físico, que falta Taylor y un más que posible fichaje, que a su vez la plantilla es más corta y que Doncic o Hernangomez aun no pueden ser relevantes a este nivel. Todas cuestiones mejorables, al igual que la gestión interior (¿Thompkins de 5 como en sus mejores momentos en el NN?). Pero con todo eso, el principal problema de este Madrid tiene pinta de ser el de ser un equipo saciado. Saciado por haberlo ganado todo (a lo que el papel de España, Lituania o Argentina no ha ayudado), saciado ante un año olímpico y con un desgaste ahora mismo probablemente mucho más mental que físico. Y entiéndase, que hablo de un saciado no voluntario o consciente sino de uno mucho más etéreo y más peligroso. Con todo, la vuelta de un Taylor que apunta a ser una de las sensaciones de la euroliga y el paso de las derrotas y las criticas, hará volver el hambre en un equipo que no hay que olvidar que este año trabaja aun más a largo plazo. Enero/Febrero dará las primeras pistas no antes..Una meta en cambio mucho más lejana para Milano y Baskonia que brindaron un partido tan extraño como fascinante sobre todo en ese amago de remontada local. Y en Polonia, éxito de la apuesta de esta esquina solo a medias: mal el Stelmet, decisivo Motum para los de Kaunas.



PD: Llamativa la imagen de los aficionados del Khimki en el que, si no hay marcha atrás, será su único partido como locales. Las pancartas de “El basket es de los fans y no de los burócratas” muy reveladoras.

miércoles, 14 de octubre de 2015

EUROLIGA 15/16 GRUPO D


              GRUPO D

La enésima tentativa del Cska de rematar su condición de mejor equipo de Europa lidera el que probablemente sea el grupo más abierto de los cuatro en liza. Un mejorado Maccabi, un Unicaja reforzado pero con interrogantes ofensivos claros y tres equipos tan dispares como apasionantes: la magia de Sassari, el buen hacer del Brose y la laboriosidad y profundidad del Darussafaka, acaban por conformar un grupo en el que probablemente solo los partidos de Moscú y Tel Aviv cuenten con un favorito claro. El verdadero grupo de la muerte...


                    CSKA MOSCÚ

                  

Presente en 12 de las 13 últimas final four, nadie duda que el Cska volverá a ser uno de los grandes candidatos a levantar el trofeo en Berlín. Vuelve a la carga el Cska con un equipo distinto, que visto desde fuera puede parecer un peldaño por abajo del de la edición pasada pero al que un vistazo más detenido arroja la conclusión contraria. Avalado por su papel de asistente de Obradovic, las dos primeras temporadas como primer entrenador de I Itoudis han tenido un desarrollo similar: propuesta de juego atractiva, valentía táctica pero naufragio en los partidos decisivos, generalmente por un excesivo nerviosismo y en el caso de la temporada pasada por cierta incapacidad para gestionar las rotaciones largas. Ratificado al final de temporada el técnico griego, el Cska ha optado por la mejor solución en estos casos: tener confianza ciega en el proyecto ahondando en la idea de su entrenador. Con querencia por situar a Teodosic, De Colo y Jackson incluso como trío exterior (algo en lo que se sienten cómodos), Itoudis cuenta en esta ocasión con una plantilla aun más abierta. Retirado Kirilenko, las dos principales salidas del club rojo se personalizaban en Sony Weems, Sasa Kaun y, en menor medida, Manuchar Markoishvili. Excelso y completo jugador el primero, su tendencia a amasar juego en ocasiones y su flojo papel en las final four (bastante por debajo en general del tantas veces denostado Teodosic) minimiza el tanto el peso de una baja, excelentemente cubierta con la llegada de Cory Higgins. De perfil más exterior, y probablemente aun un peldaño por debajo que Weems en el global, Higgins tiene todas las papeletas para ser el alivio ofensivo del equipo sin menoscabo de la multidirección. Tremendo en la anotación hace dos años en la VTB, su paso la temporada pasada por las manos de Zdovc en Turquía ha acabado de moldear un jugador mucho más completo y apto para grandes empresas. Sin animo de gafarlo, desde auqi apostamos a que es el gran cambio positivo del Cska. A la espera de una mayor aportación de un Fridzon, algo infrautilizado el año pasado, el juego exterior se completa con las llegadas de Kulagin y de un Kourbanov que también puede dar minutos como cuatro. Un puesto de cuatro donde Nichols se mantiene como callada garantía y donde se espera que Vorontsevitch repita el inicio del curso pasado donde, antes de diluirse, por momentos recordó al rendimiento ofrecido en la etapa Kazlauskas. La clave queda en el estado físico de un Khryapa, que a poco que este bien puede ser fundamental como bisagra entre el 4 y el 3 generando juego y gestionando las pausas. En la pintura Hines mantendrá su fortaleza, y si bien Freeland, lesionado de inicio, no puede ocupar el rol de Kaun, sin duda ofrecerá una mayor capacidad ofensiva y de juego de cara mientras que temporalmente Kravstov aporta presencia y Karabkov (muy del gusto de Itoudis) o Lazarev ponen el fondo del armario. En definitiva, el Cska se presenta de nuevo como un equipo interminable, conscientemente desequilibrado y con un juego exterior demoledor. Con Teodosic muy cómodo y De Colo destilando calidad, el impacto de Higgins parece suficiente para presumir que probablemente el moscovita vaya a ser un ciclón como local y un generador ofensivo sin parangón. ¿suficiente? Las incógnitas, una vez llegada una hipotética final four parecen claras y no, no tienen que ver con Teodosic y si mucho más con la mentalización, el parón previo, el estado físico en la pintura, la defensa y la gestión de un entrenador que tiene a su disposición el equipo ideal para su propuesta. Historia o fracaso, esta vez no hay termino medio.

               MACCABI TEL AVIV

                   

Pese al decepcionante final de curso de la temporada pasada, el Maccabi Tel Aviv vuelve a confiar en la dirección de Guy Goodes su nuevo un proyecto, algo probablemente más que merecido para un entrenador novel pero sobradamente preparado. Afronta el curso el equipo israeli con una configuración de plantilla muy cambiada pero sin duda mucho más ambiciosa. En el puesto de base la salida de un Pargo que no estuvo al nivel de su primera etapa, se cubre con el regreso de un Jordan Farmar llamado a imprimir revolución ofensiva mientras comparte pista con Ohayon o con Taylor Rochestie. A un nivel de dulzura el año pasado probablemente irrepetible, el ex del NN partira liberado como referencia ofensiva pudiendo anotar desde fuera o ayudar en la generación de juego con su excelente uso del pick n´roll. Y es ahí, donde se haya la primera gran clave de este Maccabi pues de la capacidad de Farmar para mezclarse con los dos zurdos puede depender buena parte de un equipo a buen seguro decantado a lo ofensivo. En las alas, la continuidad es la nota preponderante con matices. Matices porque se espera una mayor presencia de Landesberg y porque llega un tirador excepcional como Dagan Yizvori, aunque en principio lo haga con un rol pequeño. Con Devin Smith de nuevo como líder, el regreso de Pnini alivia el tiro exterior y fomenta la oportunidad de jugar con un cuatro abierto y reconvertido. Muchos más cambios ofrece en la pintura donde solo continua (y es un decir tras su ida y vuelta a Krasnodar) un Brian Randle que esta vez tiene que aportar algo más que puntos. A la espera del papel de esa joya llamada Dragan Bender, la pintura se cierra con un trío poderoso: un Mbakwe que se va a ganar al Nokia Arena, un Faverani aun en proceso de recuperación del tono físico y el recientemente cerrado Onuaku, otro perfil muy del gusto macabeo. En definitiva una plantilla larga, de calidad y hecha para jugar a ritmos vivos pero que genera algunas dudas en una pintura muy decantada a la finalización. Con todo, a simple vista este Maccabi pinta muy pero que muy interesante.

                UNICAJA  MALAGA


                

Consolidado los últimos años en el Top 16 pero sin grandes opciones de ir un paso más allá, el Unicaja vuelve a la carga con una plantilla en la que se ha buscado profundizar el tono físico. Con Joan Plaza renovado, uno de los primeros aspectos a valorar es la comunión que el técnico ha logrado con la grada y la mayor parte del entorno periodístico. Por un lado esa comunión vuelve a correr el riesgo de caer en la autocomplacencia y en la compra de todos y cada uno de los argumentos de un técnico en el fondo bastante conservador. En el lado positivo, la falta de distracciones y el apoyo del Carpena pueden dotar a Unicaja de una fortaleza local que se antoja clave en un grupo tan abierto. En cuanto a ka plantilla en si, la llegada de Nedovic debe aportar un punto de explosividad en un puesto de base que puede ser de primer nivel si el ex valencianista comfirma su mejora en el tiro y si Markovic se mantiene fresco. En las alas, las llegadas de Jamar Smith y Edwin Jackson parecen sin duda, la mejor noticia para los malagueños, conformando junto a Kuzminskas una líneas exterior de primer nivel, a falta de la adaptación de un Dani Diez que es un incógnita a este nivel. El que debe ser el año del lituano y la llegada de Diez, trasladan a Carlos Suarez a un puesto de 4 donde se espera un impacto mayor de Danielsmientras que en la pintura las dudas por el estado físico de Richard Hendrix marcaran junto a Fran Vazquez el techo. Completan la plantilla Alberto Diaz y German Gabriel, bien como solución económicas, guiño a la cantera o decisión política, un aspecto en el que en caso de lesiones puede generar más de un problema. En definitiva, Unicaja vuelve a conformar un equipo sólido, algo mejorado en lo físico y con capacidad para competir casi con cualquier rival. Las dudas, de nuevo, llegan con la respuesta ante la necesidad de usar un plan B, de la capacidad para crecer durante el año y sobre la ambición. Dudas sin duda solventables, pero a las que quizás este año haya que responder antes dado el nivel del grupo D.

                 DINAMO SASSARI

                  

Segunda temporada consecutiva para el proyecto que dirige Romeo Sachetti y en el que ha logrado eso tan difícil de conjugar lo heterodoxo con lo bello y todo ello consiguiendo grandes resultados. Flojos en la euroliga pasada, la continua reinvención del equipo de Cerdeña paso factura en los primeros meses de un año que acabaría en todo lo alto con la primera lega de la historia. Un guión que, salvando las distancias, bien pudiera repetirse este año. Fiel a su filosofia, Sachetti ha vuelto a diseñar un equipo con gusto por la velocidad, el riesgo y el estilo directo. Y todo, pese a tener que empezar casi de cero de nuevo. Con mimbres para acabar siendo un equipo redondo y con capacidad para generar un caudal de juego singular, Sassari deberá pagar de nuevo el peaje de adaptación necesario para rendir, algo que puede costar muy caro en una euroliga tan exigente como la de este año. A la espera del tiempo requerido, lo cierto es que el conjunto sardo parte con una estructura quizás algo más corta pero sin duda de más calidad que la del año pasado. En especial en su juego interior. Con Janis Varnado llamado a cerrar el aro, intimidar y ayudar a que el equipo vuele, Sachetti contará con un Joe Alexander capaz de alternar el 4/5 con sus poderosas piernas y su indudable tacto ofensivo que le convierten en candidato a ser una de las sensaciones del año. Como guinda, Brent Petway abrirá espacios con su zurda y los disfrutará en transición, mientras Brian Sacheti tira de oficio y Dennis Marconato pone la nota de experiencia. Más reiesgo parece conllevar la apuesta en los bases, encarnada en el ciclotimia, y más cómodo como escolta, Marquez Haynes y en ese poor Popovic en el que se ha convertido Rok Stipcevic. Por suerte, la continuidad de David Logan asegura tiro exterior desde el excolta y muchas dosis de ayuda en la generación de juego. Por lo demás, la exuberancia de Eyenga debe servir en un rebote no siempre bien gestionado a la espera de que DeVechi, D´Ercole o Formentini den un paso adelante. En definitiva un equipo con carencias muy reconocibles, muy alejado de la aburrida y ortodoxa propuesta general y que probablemente sufra en el primer tramo de la competición para asentar su juego. Pero frente a eso, frente a todo eso, un equipo de nuevo diferente, fresco y de esos que no hay que perderse.

                BROSE BASKET BAMBERG

              

Tras su ausencia la temporada pasada, el Brose Basket regresa a la euroliga en condición de campeón de la BBL alemana. Una bundesliga, en el que el equipo de Andrea Trincheri iba de menos a más para acabar firmando un tramo final excepcional. Con una idea similar y una plantilla, sobre el papel, ligeramente inferior, el técnico italiano dispone a su disposición de un equipo al que no conviene infravalorar. Con un estilo de juego definido, un nivel defensivo por encima de la media y un pabellón que aprieta, el Bamberg posee argumentos para no renunciar al sueño de meterse en el Top 16...pese a su historial de derrotas absurdas sobre la bocina. En lo que la plantilla se refiere, el Brose vuelve a contar con la excelente pareja Wanamaker-Strelnieks en un puesto de base al que además llega Nicos Zisis y en el que incluso guardan en la recamara del vinculado a Aleksej Nikolic. Con esa configuración, es muy probable que el griego salga desde el banquillo para gestionar las pausas, el estadounidense sea el alma ofensiva mientras que el letón juegue más liberado ejerciendo en muchos momentos como escolta y siendo sin duda una de las grandes atracciones del equipo. El otro punto fuerte del cuadro teutón, aparece en una pintura larga y llena de presencia. Con Olaseni como garante titular, la llegada de Idbihi añade centimetros y desahogo a nivel local, siendo el puesto de 4 donde resida la clave. La llegada de un Nicolo Melli a muy buen nivel en la pretemporada y la plena recuperación de Theis dibujan una pareja de cuatros con capacidad para jugar de 5 que por si fuera poco se ve respaldada en la primera de sus posiciones por Elias Harris. Por si fuera poco, la continuidad de Darius Miller resulta un lujo. Muy cómodo el año pasado ejerciendo de falso anterior, la configuración actual parece llevarle al puesto de tres. Por lo demás, Tadda seguirá siendo el especialista defensivo mientras que la llegada de Staiger debe servir como puntual revulsivo en el tiro exterior y todo ello dejando un hueco a un Pactrick Heckmann que parece listo para dar el siguiente paso en su carrrera. En definitiva un equipo algo descompensado en su principio y su final, pero con ideas muy claras y varios jugadores estimulantes, lo que debe cristalizar sin duda en un más que legitimo aspirante al Top 16.


                  DARUSSAFAKA DOGUS

            


Otra de las grandes novedades de la euroliga es la presencia de un Darussafaka que hace tan solo dos años se batía en la segunda división turca y que ahora, de la mano de la poderosa Dogus, vuelve a una “Copa de Europa” que no disputaba desde el año 1963. Tras una gran temporada regular y un decepcionante play-off, el equipo de Istambul llega a la euroliga dispuesto a demostrar la legitimidad de la wild card recibida. Lo hace con una plantilla de la que salen jugadores clave como Farmar, Shurna, Seibutis o Vidmar, pero que en el global parece muy reforzada y, lo que es más importante, muy del gusto de Oktay Mahmutti. Entrenador serio y con gusto por lo estructurado, Mahmutti tiene a su disposición un equipo coral, polivalente y que aspira a mostrar un gran nivel defensivo. En el otro lado de la balanza, la pareja Arslam-Yamgur no parece ofrecer grandes cosas en el puesto de base y no esta clara la continuidad ofensiva de un equipo que puede sufrir en el tiro exterior. Con Jamont Gordon como hombre para todo y la llegada de Emir Preldzic, el Dogus puede encontrar un alivio a la falta de dirección. Tras un año en el Fenerbahce, donde su estilo era más un cortocircuito que un plus, Preldzic puede encontrar en el Dogus un habitar perfecto para su heterodoxia. La ausencia de grandes referentes ofensivos y el juego pausado deben darle carta blanca para volver a destacar. Junto al bosnio/esloveno/turco, el gran fichaje del cuadro turco es sin duda un Reggie Reding al que solo su estilo pausado separa de la condición de estrella reconicida. A esa configuración, los de Istambul añaden la solidez de Markoishvili y el tiro exterior de Cetin. En la pintura, la continuidad de Dagli/Dudley se ve arropada con la llegada de Erden y Savas desde el Fenerbahce, la actividad de Marcus Slaughter y la amenaza exterior de Harangody o incluso Miilo Bjelica. En definitiva un equipo largo, sólido y a buen seguro incómodo que probablemente no enamore pero que a buen seguro va a dar que hablar. 

martes, 13 de octubre de 2015

EUROLIGA 15/16 GRUPO C

Los nuevos y ambiciosos proyectos de Barcelona y Panathnaikos marcan el paso en un grupo C que encierra en sus entrañas una configuración más que engañosa. Junto a los equipos que protagonizaran la final del 96, un Lokomotiv sabiamente renovado y con Bartzokas al frente se perfila como alternativa aunque sin descuidar lo que viene detrás. Y es que, si Zalgiris ya lograba colarse en el Top 16 el curso este parece claramente reforzado y todo mientras el estimulante Pinar ha sabido reinventarse y el Stelmet ha configurado la que probablemente sea la mejor plantilla de su historia.


           GRUPO C

              BARCELONA
  
              

Obligado a reinventarse tras un año en blanco a nivel local y sin clasificación para la final four en la euroliga, el Barcelona Lassa se presenta como un conjunto muy renovado. En un verano de grandes y golosos nombres en el mercado de fichajes, el cuadro cule optaba por una planificación distinta apostando por dotar a la plantilla de profundidad y tono físico antes que de nombres propios. Con una estructura un tanto frankesntiniana, el principal reto de Xavi Pascual pasa por exprimir y dar cohesión a un grupo que por otra parte este año si parece enteramente de su gusto. Renovado un Ante Tomic llamado a ser decisivo por vias menos protagonistas, el conjunto catalán ha reforzado el juego interior con la llegada de Samardo Samuels y Olaseni Lawal cambiando de raiz la estructura un tanto duplicada del año anterior. Excelente en el uso del cuerpo y con facilidad anotadora, queda ver si Samuels puede aportar, al margen de su solvencia interior, minutos de calidad como cuatro, tal y como vaticinaba un Joan Creus aparentemente satisfecho del final de su plan. Por su parte, Lawal esta llamado a aportar intimidación, presencia en el rebote ofensivo y finalización. Un tanto peculiar en lo defensivo, el nigeriano (que llega de ganarlo todo incluyendo el Afrobasket) sufre en el 1x1 pero su actividad y sus ayudas pueden contagiar al grupo...facilitando así la vida a jugadores como Justin Doellman quien con esta nueva estructura podrá lucir sus dotes en la defensa de anticipación y quizás tapar sus enormes lagunas en la interior. Con Vezenkov pidiendo paso a base de calidad, un mejor rendimiento del ex de Valencia podría ser fundamental para los cules. En el perímetro la llegada de Ribas y Perperoglou dota a los de Pascual de solvencia defensiva, puntuales recursos en ataque y disciplina ofensiva, quedando en el aire su papel en los días clave. Buenos jugadores de complemento, el estado físico de Navarro, Oleson e incluso Abrines habrá de marcar la definitiva jerarquía. Con Satoransky en plena explosión, la otra gran novedad es la llegada de Carlos Arroyo. Autentica leyenda del basket ofensivo, el boricua tendrá la misión de ser el gran generador de juego de la segunda unidad. Incuestionable en cuanto a su calidad, queda ver como responden sus piernas en el tramo final de curso. En definitiva, el Barcelona presenta una plantilla sin casi nada que envidiar a las más fuertes del torneo pero con dudas claras. ¿Podrá Ribas confirmar su buen inicio y dejar atrás su historial de irregularidades en días clave? ¿Aguantaran las piernas de Arroyo el paso de los meses? ¿Podra Navarro ser siquiera un factor? ¿Podrá Doellman ser un poco más efectivo en partidos trabados?. Muchos interrogantes (y nos dejamos unos cuantos) pero a poco que dos o tres tengan respuesta afirmativa nadie debería desdeñar a los blaugranas como claros candidatos al título.

                    PANATHINAIKOS

             

Sin duda otro de los grandes atractivos del grupo B, será el de observar la evolución del nuevo y ambicioso proyecto del Panathiniakos. Apurado por ciertas estrecheces económicas y buscando un rejuvenecimiento y helenización de la plantilla, el club verde se colocaba la temporada pasada en manos de Dusko Ivanovic. El montenegrino lograba dar protagonismo a Pappas o Jankovic, mejoraba el concepto estilistico frente al mostrado por Pedoulakis, rotaba a los jovenes a nivel local (incluso Charalampopoulos tenía su espacio en euroliga) y lograba el título de copa derrotando en cuartos de final al Olympiacos (tal como acaba de hacer este año Djordjevic). Pese a todo eso, la segunda derrota liguera ante los del Pireo hacía saltar las alarmas e Ivanovic era despedido. En su lugar, y tras la transición del final de curso, llega un Aleksander Djordjevic avalado por su reciente papel al frente de Serbia pero aun con un escaso bagaje a nivel de club. Intuitivo, inteligente, nada dogmático en las rotaciones y con carácter, el técnico serbio debe demostrar aun una mayor capacidad de reacción en los malos momentos y unas mayores dosis tácticas en la balanza con el tema motivacional. Para ello, Djordjevic contará con una plantilla no excesivamente larga, con espacio para el crecimiento durante el año pero sin duda claramente reforzada respecto a la del curso anterior. Con un Diamantidis en su gira de despedida, el regreso de Nick Calathes garantiza solvencia en la dirección. Con Jankovic asentado, el estado físico de Pappas pasa por ser una de las claves en un perimetro al que llegan Feldaine y Pavlovic. El primero debe ser el soporte anotador en momentos de apagón, mientras que el ex de Partizan apunta a ser un jugador clave que incluso puede tener minutos como cuatro. Con Gist y Fotsis poniendo exuberancia y tiro exterior en el cuatro, en el puesto de pivot Djordjevic se trae a Raduljica y Kuzmic configurando una línea interior de primera fila. Junto a ese núcleo duro, el papel de jóvenes como Charalompopulos (que pintaza tiene) o en menor medida Lountzis o Papagianis completa un equipo que apunta a ser un rival duro, competitivo e incómodo y que a poco que logre minimizar sus carencias en el tiro exterior puede aspirar a pelear por colarse en los cuartos de final.


                 LOKOMOTIV KUBAN

              

En la que será su segunda participación en la euroliga, el Lokomotiv Kuban se presenta con un proyecto reformado y que debe intentar olvidar la perdida de un Derrick Brown fundamental para entender la historia reciente del club de Krasnodar. Para lograrlo el primer aval parece llegar con la contratación para el banquillo de un ex campeón como Georgios Bartzokas. Una mala pretemporada y la derrota inicial en la VTB en la pista del Nymburk (pista que este año será muy complicada todo sea dicho) sembraban un primer atisbo de preocupación que tiene su mayor vértice en el estado físico de Anthony Randolph. Con destellos deslumbrantes el curso pasado, un año más de adaptación y un equipo construido en torno a él deben de hacer de Randolph una de las grandes figuras del torneo. Junto al ex de LSU, la continuidad de Malcolm Delaney dota al conjunto ruso de una amenaza extraordinaria en un puesto de base al que además llega Dontaye Draper para aportar equilibrio. Junto al ex del Efes, el Loko refuerza su plantilla con otros cuatro fichajes de notable nivel: Chris Singleton (que debe aportar solvencia ofensiva interior), Victor Claver (nivel defensivo y polivalencia entre el 3-4), Kyrilo Fesenko (que debe ser de impactos cortos pero notables en la pintura) y, una de las grandes debilidades de quien esto escribe, el australiano Ryan Broekhoof. Junto a esa polivalente estructura de siete jugadores foraneos, Bartzokas dispondrá de una más que correcta base nacional en la que destacan jugadores como Bykov, Voronov, Zozulin o un Zubkov listo para dar el paso al siguiente nivel. Equipo nuevo, entrenador de los que gusta ir construyendo...solo queda ver si el Lokomotiv tiene el tiempo necesario para acoplar su nueva estructura. Una estructura peculiar, poliédrica pero de la que bien pudiera salir un gran animador del curso 15/16.
 
                PINAR KARSIYAKA

                      

Tras unos años de continuo crecimiento, salpicados con presencias en semifinales ligueras y algún que otro éxito “copero”, el pasado año el Pinar Karsiyaka se convertía en una de las grandes sensaciones europeas al logra el título de la TBL dejando en la cuneta de manera sucesiva a Fenerbahce y Efes, y haciéndolo además con una propuesta de juego valiente, divertida y rica en lo tactico. Perdida toda su línea exterior (Dixon, Diebler y Strawberry todos acomodados en la euroliga) y su sexto hombre (Hersek), el club de Izmir sumaba su primer gran tanto con la continuidad del autentico arquitecto del proyecto, un Ufuk Sarica que deberá conjugar su apuesta por un basket directo con una plantilla sin tantos referentes claros pero probablemente más larga. Debutante en el actual formato (su experiencia en Copa de Europa se limita a su participación en la 87/88 donde caían con el Pau Orthez), el conjunto turco lograba en verano retener a su pareja titular interior. Con Palacios poniendo solvencia ofensiva, este debe ser el año de la definitiva eclosión de un Kenny Gabriel de infinitas posibilidades. Junto a los supervivientes del año pasado, Sarica dispondrá del ex baskonista Colton Iverson para aportar rebote y entrega y de un Kerem Gollum que debe sumar poso. Por fuera, la imposible tarea de olvidar a Dixon, recae en las manos de un Joe Ragland que a su manera puede encontrar un habitat más ideal para su juego que el vivido el año pasado en Milano. Para respaldarlo (y probablemente compartir pista en muchos momentos), el Pinar contará con la cesión de un Sipahi que necesita dar un paso adelante en el tiro y en la decisión ofensiva. En las alas, la llegada de los dos Carter (Justin y Josh) configura una pareja explosiva con tiro exterior por un lado y explosividad en el otro. En la recamara queda un Altintig con ganas de reivindicación y jugadores como Senturk o Koc. En definitiva, el Pinar se presenta como un equipo con un techo menor que el del curso pasado pero a la vez con una mayor cantidad de efectivos que deberían llevarle a la pelea por la clasificación al Top 16 cuanto menos en igualdad de condiciones que Zalgiris o Stelmet.


                   ZALGIRIS KAUNAS

            

Tras su sorprendente temporada pasada, el Zalgiris de Krapikas vuelve a la carga respaldado en su ideario por la plata lituana en el eurobasket y con el regreso al basket báltico de Kalnietis, Seibutis y Pocius en lo que debería ser una línea exterior de garantías a poco que el físico responda. Fiel espejo del actual basket lituano (en especial dela propia Kaunas) la llegada de los tres internacionales, las salidas de Milaknis y Anderson y y la continuidad de Lekavicius, Lipkevicius o Ulanovas conforma un perímetro competitivo, agresivo y feliz en campo abierto pero con problemas en estático, en la lectura de juego y el tiro exterior. Todo ello a expensas del papel que pueda dibujar un Oliver Hanlan clave por la configuración del resto de la plantilla. Con la pareja Jankunas-Javtokas manteniendo el fuerte interior, la llegada de un excelente jugador como Brack Motum otorga una nueva dimensión al juego interior de un equipo lituano en el que hay que ver como acaba respondiendo Ian Vougioukas. Con capacidad para ser clave en la pintura, su falta de explosividad y sus buenos movimientos entran en contradicción con la corriente mayoritaria de opinión en un lado del mundo en el que se califica a Kavaliauskas como “la maricona de Vilnius” por su el excesivo refinamiento de su juego. En la recamara queda el papel para jugadores como Vecvagars o Vene tras su paso por el eurobasket, especialmente fructifero en el caso del estonio. A buen seguro competitivos como locales, la adaptación de Hanlan y el mantenimiento del espíritu del año pasado pueden ser fundamentales para un Zalgiris muy reforzado en líneas globales pero con las mismas debilidades pretéritas. Con todo, el top 16 no parece, pese a la fortaleza del grupo, una meta nada inasequible.

          STELMET ZIELONA GORA

           



Dirigido por el técnico esloveno Sasa Filipovski, el Stelmet Zielona Gora regresa a la euroliga tras sumar su segundo título de la historia. Para la empresa, el conjunto polaco presenta un conjunto muy renovado en el que no obstante mantiene la columna vertebral formada por los internacionales Koszarek, Zamojski y Hrycaniuk. Desparpajo, tiro exterior y trabajo interior para respaldar al que sin duda es el gran fichaje del año, un Mateusz Ponitka que tras su gran año en Oostende solo parece estar a un punto de mayor regularidad exterior para acabar de reventar como la estrella que se intuye. Junto a Ponitka, la llegada de Gruszecki apuntala el bloque nacional a la par que genera una mayor respuesta ofensiva (ojo a su manera de atacar el aro). Por lo demás, la llegada de Dee Bost debe generar un buen caudal de juego a falta de ver su compatibilidad con Koszarek. Por si fuera poco, desde Podgorica llegan Jr Reynolds (algo irregular pero que debe ser importante) y el ala-pivot Nemanja Djurisic quien deberá buscar su sitio en un juego interior al que también llegan los brazos de Szewczyk, el buen hacer de Dejan Borovnjak y ese lujo que siempre es Vlad Moldoveanu. Con estos mimbres, sumados a la apuesta de futuro encarnada en Zywert y en el otro Ponitka (Marcel), el Stelmet presenta la que probablemente es la plantilla más fuerte de su historia. Probablemente aun lejos de la elite continental, el conjunto de Filipovski debería convertirse en un hueso como local a la espera de poder asaltar a Pinar, Zalgiris o incluso Lokomotiv en busca de un nada imposible Top 16. 

EUROLIGA 15/16: GRUPO B


                                GRUPO B

Si el grupo A dibuja un escenario con hasta tres equipos que pueden aspirar de manera legitima al primer puesto, a priori el grupo B se muestra como uno de los más jerarquizados de la nueva euroliga. Sobre el papel, Olympiacos y Efes pugnan por la primera plaza, Baskonia y Milano por la tercera, mientras que Limoges o Cedevita buscan mejorar su imagen del curso pasado (donde ya coincidieron en la primera fase) mientras sueñan con que la irregularidad de sus rivales (Olympiacos al margen) en los últimos años abra una ventana al Top 16.

                              OLYMPIACOS

                      

Campeón en 2012 y 13, subcampeón el curso pasado, a estas alturas a nadie se le ocurre ya infravalorar a un conjunto que en seis años ha alcanzado cuatro veces la final con otros tantos técnicos. Con Spanoulis de nuevo como jefe absoluto, el cuadro del Pireo ha confeccionado una plantilla si cabe más sólida y larga que la del curso pasado. Una plantilla del entero gusto de un Giannis Sfairopoulos renovado hasta 2018 hace tan solo unas semanas. Sin rastro ya de la huella de Bartzokas, el club ateniense dice definitivamente adiós a la versatilidad en favor de una idea de juego clara, competitiva y con más predicamento practico que estético. Sin grandes lamentos por la salida de un Laffayette que apenas cumplió lo esperado, el Olympiacos inaugura el nuevo curso con dos ausencias significativas: Brian Dunston y Kostas Sloukas. Mejor defensor de la euroliga las dos últimas temporadas, la baja del estadounidense parece bien cubierta con la incorporación de un Patric Young menos sólido y de menos continuidad en el esfuerzo, pero con más dotes de intimidación y una notable capacidad de finalización. Más complicada parece la gestión del tema Sloukas. Elegido mejor jugador de la liga griega el año pasado por eurobasket.com, su menor papel en la euroliga quizás distorsione el verdadero impacto de un jugador tan distinto como necesario. Sin la fe de Sfairopoulos para ejercer de base y con Spanoulis taponando el puesto de escolta, Sloukas buscará más espacio en Istambul mientras en Atenas su huella ahonda en la que sigue siendo la principal carencia del equipo rojo: la falta de tiro exterior y de creatividad. En el otro lado de la balanza la llegada de Daniel Hackett conforma junto a la continuidad de Mantzaris una línea del puesto de base con una capacidad física tremenda. Tras un año complicado en Milano, el hijo del arte puede dar un punto de polivalencia a un perímetro explosivo donde al liderazgo de Spanoulis y la solvencia de Lojeski se une además un DJ Strawberry capaz de ayudar en las tres posiciones. Con Printezis como foco anotador interior, la baja de Petway cambia un tanto la configuración de una plantilla que con Hunter, Young y Milutinov dibuja una línea de centers interminable. En el aire queda la otra gran apuesta: el papel de Papapetrou y Agravanis. Con la plantilla diseñada para que ganen espacio, el estado físico del primero y el carácter del segundo pueden ser el termómetro para dos jugadores con unas posibilidades enormes. Si nada se tuerce, este Olympiacos debería, en fin, volver a ser uno de los equipos más incómodos del continente lo que ya de por si es garantía de recorrido largo en el torneo. Encontrar un punto más de aire ofensivo y el papel de Spanoulis, serán los que marquen si de nuevo ese camino lleva a la última estación.
 

                                       ANADOLU EFES

                            

Si hablar del Olympiacos tiende a ir acompañado de epítetos como equilibrio, competitividad o dureza, en los últimos años hacerlo del Anadolu Efes ha sido en muchas ocasiones evocar lo contrario. Tras llegar a cuartos de final el año pasado y llevarse la copa a nivel domestico, Dusan Ivkovic busca revertir esa tendencia en su segundo año al frente del equipo, aunque cabe destacar su papel en la sombra en la transición hecha por su ahora ayudante Agelou Vangelis y el papel ya otorgado entonces a Osman o incluso Korkmaz. Una empresa que, pese a la ascendencia de la leyenda serbia vuelve a presentarse complicada. Complicada porque de nuevo contemplar la plantilla del Efes provoca una sensación vertiginosa entre el exceso en unas posiciones y las carencias en otras. Aun contando con la baja de Krstic en el primer tramo de competición, los fichajes de Tyus y Dunston configuran una línea de cincos con capacidad defensiva en el segundo e intimidación y finalización en el segundo. En el puesto de cuatro, el fichaje de Derrick Brown garantiza una de las principales fuentes ofensivas del torneo pero genera la primera gran duda en torno a su compatibilidad con un Dario Saric que no es de los que se deja llevar fácilmente. Mientras resuelve ese primer puzzle lleno de piezas tan valiosas como de difícil encaje ¿Se atreverá Ivkovic a probar con Brown de 3?, el puesto de base aparece como foco de interes. Consolidado Heurtel y establecido Balbay como revulsivo puntual, la llegada de Jayson Granger añade mordiente ofensiva, en especial si consolida su mejora en el tiro exterior...pero añade aun más incertidumbre a un aspecto defensivo donde el jugador uruguayo tiende al naufragio. Por último, y al igual que el curso pasado, la mayor incógnita del club turco residirá en un perímetro en el que el único cambio es la llegada de Diebler por Janning. Quizás más unidimensional, pero definitivamente con más alma de killer el ex del Pinar ocupará el rol de tirador tratando de cubrir a un perímetro joven y aun lejos de su tope competitivo. Con Cedi Osman devorando etapas con una naturalidad asombrosa, del progreso de Korkmaz o incluso Ulubay depende buena parte de las opciones para un Ivkovic que volverá a tener en Batuk (Mvp por cierto en la reciente president Cup) a la versión del Hatzivretas que en su día se llevo a Moscú. Con esos mimbres ¿Opciones de hacer algo grande? No se les pueden negar, aunque son tantos los factores a encajar....


                                  BASKONIA

                       

Tras otra pretemporada movida con el fichaje frustrado de Claver, el corte de Anosike y la lesión de Shengeila el Laboral Kutxa afronta una nueva euroliga dejando en las manos de Velimir Perasovic la necesidad de reconducir un rumbo claro. Con la continuidad de James y Adams garantizando al menos ritmo y entretenimiento (el primero puede acabar de explotar), en las alas el club vitoriano presenta una imagen bastante renovada y un tanto peculiar. A la espera de la vuelta de Bertans, Corbacho ha de ser el baluarte en el tiro exterior, faceta en la que naufraga un Jaka Blazic que no obstante puede sentirse cómodo en transición y contagiar por actitud. Con Hanga y Causeur, Perasovic dispone en definitiva de un cuarteto de jugadores un tanto romos en generación de juego pero con condiciones por separado para aportar. De la alquimia para extraer una idea común puede depender la suerte de un equipo que necesita volver a ilusionar. Por dentro, y al margen de un Kangur que llega para cubrir la baja de Shengeila, la llegada de Bouroussis debe ser un plus de calidad si el griego logra mantener el pulso competitivo y motivacional. A la espera del progreso de Diop, Tillie y Planinic completan una pintura simplemente correcta. Recuperar el pulso ofrecido como locales el año pasado y encontrar una mayor riqueza ofensiva pasan por ser las claves para un equipo que no debería tener problemas para alcanzar el Top 16 pero que a día de hoy parece lejos de optar a ir mucho más allá.



                      EA7 MILANO

                     

Inéditos en liga y copa desde el 96 hasta hace dos años, ese título y el llegar a tocar la final four con los dedos parecían la vuelta efectiva del Olimpia al primer plano baloncestistico, algo que la temporada pasada se encargaba de echar por tierra provocando una nueva revolución. Una nueva etapa que contará con Jasmin Repesa al frente. Siempre cuestionado, su curriculum sigue avalando la trayectoria del que para un servidor (y soy consciente de lo poco popular de esta afirmación) es uno de los mejores entrenadores de Europa. En un grupo donde el pase no debería estar muy caro, el conjunto Lombardo puede tener el tiempo necesario para ensamblar una escuadra muy renovada pero de dudosa compatibilidad. Con Gentile aparcando el salto a la NBA tras la llegada de un Repesa que fuera su mentor en Treviso, el liderazgo del cuadro italiano parece bien definido. Queda ver la continuidad y disposición de un jugador enorme con la selección, ideal para torneos cortos pero que hasta la fecha no ha logrado a nivel de club un compromiso de igual calado. Si Gentile es capaz de dar ese paso, Milano estará más cerca de ser algo más que un buen equipo. Con todo el papel de Gentile, no es el único interrogante a despejar. Con Cinciarini llamado a ser el director de orquesta, el papel de Lafayette como revulsivo se espera que tenga una mayor carga ofensiva que la mostrada en el Pireo. En las alas Jenkins y Simon garantizan ayudan en la creación de juego, universalidad y una buena rotación, pero su tendencia a gastar bola y su irregular desempeño en el tiro exterior se solapan con las principales lagunas de Gentile y en general de toda la línea exterior. Por dentro, con Barac a prueba, Lawal ha de poner minutos de intimidación mientras que Repesa ha de buscar la forma de hacer convivir a tres cuatros como Hummel, McLean y Macvan. Con el serbio llamado a ser falso 5, Hummel debe ser una garantía ofensiva mientras que el ex del Alba “apesta” a ser de nuevo una de las sensaciones de la temporada. En definitiva, un coctel peculiar, con ingredientes solapados y carencias presentas e históricas muy reconocibles, pero a la vez, una tentación y una promesa de notable licor si el torneo concede el tiempo que un proyecto así necesita. Candidatos claros a ser uno de los desastres del año...o una gran revelación.


           CEDEVITA ZAGREB

                           

Tras su correcto devenir del curso pasado, el Cedevita Zagreb repite presencia en la euroliga con un proyecto un punto más ambicioso que el de entonces. Buscando aprovechar el posible resquicio que pueda deparar el historial de fiascos de alguno de sus rivales, el conjunto croata ha configurado un equipo equilibrado, con base local, algún jugador de proyección y un par de interesantes refuerzos foráneos. Dirigido por un Veljko Mrsic que tendrá a su lado a Gianmarco Pozzeco, el Cedevita eleva sus opciones con el fichaje de un James White que si bien ha comenzado de manera irregular la temporada debería ser un jugador diferencial. Junto al ex de Unics, la llegada de Jacop Pullen y el regreso al baloncesto croata de Luka Zoric son las dos grandes novedades de un equipo que mantiene a Gordic al timón y que vuelve a contar con una sólida base local. Con Bilan llamado a explotar definitivamente en la pintura, Zubcic y Delas aparecen como buenos complementos mientras en las alas la muñeca de Pilepic o el desempeño de Babic otorgan profundidad a la plantilla. Junto a ese base, el otro gran atractivo de los de Zagreb será comprobar el progreso y el rol de jugadores como un Arapovic que busca despejar dudas sobre su adaptación al mundo senior a base de inteligencia y mejorada mano o de un Lovro Mazalin que este año parece contar con minutos. De clase innegable, su zurda sigue siendo errática en la larga distancia. Junto a ellos, es de esperar siquiera algunos chispazos de Dzanan Musa quien a sus 16 años no quiere conformarse con haber sido el héroe bosnio del verano. En definitiva, Cedevita pasa por ser un equipo notable en lo domestico, con atractivo para el espectador y que si bien parece lejos de un hipotético Top 16 si parece en disposición de dar más de un susto.


                                     LIMOGES

                    

Tras un inicio de temporada complicado que incluía una severa derrota en la supercopa ante el Srasbourg y otra como local en liga ante el Nanterre, el Limoges afronta su segunda presencia consecutiva en la euroliga con animo de progresar por encima de las dos victorias conseguidas la temporada pasada. Con bajas tan sensibles como las de Moerman, Smith, Plaisted o Batista, el conjunto de Herve encuentra en la continuidad de Westerman y Boungou-Colo su principal muestra de estabilidad dentro de una estructura de equipo un tanto peculiar. Teniendo que solventar de inicio la baja de un Randy Culpepper que esta llamado a ser la gran referencia ofensiva ya que no en vano estamos hablando de un anotador excepcional, la llegada de Heiko Schaffartzik debe ser un primer paso para ganar amenaza ofensiva. La llegada del jugador germano, amenaza, una vez regrese Culpepper, la posición de un Matt Gatens muy cuestionado de inicio. Por lo demás, Ali Traore y Will Daniels deberían ser un buen soporte ofensivo mientras que Mark Payne puede ejercer como generador de espacios. El resto queda en manos de los Zerbo, Camara y compañía. En definitiva, un equipo peculiar, de mucha presencia física y en centímetros, pero en el que cuesta atisbar una idea clara de juego y donde la baja de Culpepper en las primeras semanas apunta a que el Top 16 parece una meta demasiado útopica.



sábado, 10 de octubre de 2015

Euroliga 2015/16: Previa Grupo A

                       EUROLIGA 2015/16

                 

Como cada año, se ha hecho de rogar pero el próximo jueves 15 a las 18:00 arranca una nueva edición de la mejor liga de baloncesto de Europa. Una nueva edición de la euroliga, probablemente la más “abierta” de las últimas temporadas. Tras un verano de rumores y especulaciones sobre el estado y el futuro del baloncesto europeo, lo cierto, lo real, es que la euroliga arranca marcada por el mismo formato de las últimas campañas, sin bajas en sus equipos bandera y con un ramillete de equipos dispuestos a pelear por estar en la final four de Berlín. En una competición de este calibre, con fases tan diferenciadas y con ventanas para fichajes posteriores, resulta prematuro hablar de favoritos, tendencias o revelaciones. Una incertidumbre, acrecentada esta vez, por la presencia de un grupo de equipos con muchas caras nuevas, otros con estructuras polivalentes o peculiares, alguno al que se intuye un progreso durante el curso que quizás le llegue tarde y algún que otro seriamente condicionado por las estrecheces de los cupos locales pese a la ausencia de estos en la propia euroliga. Sea como sea, y aunque solo sirva como ejercicio de funambulismo predictivo, ahí queda un primer vistazo a todo lo que vamos a poder ver y esperemos disfrutar este nuevo curso. No lo duden, busquen la nueva euroleague Tv o la alternativa que vean más practica y déjense llevar...va a merecer la pena.

                                GRUPO A

Un clásico a la hora de afrontar un análisis previo a un torneo es el de apuntar a un grupo en concreto, intuir en él una feroz competencia e inmediatamente llamarlo el de la Muerte. Si, en los próximos días, uno se toma su tiempo en bucear en las distintas guías que vayan saliendo sobre la próxima euroliga, no será raro ver en varias de ellas que este grupo A es el señalado con tal suerte. El vigente campeón de Europa, el reforzado campeón de la eurocup, un renovado Fenerbahce y dos buenos conjuntos como Estrella Roja y Bayern parecen conformar un cóctel en el que el Strasbourg tratará de ser el ingrediente sorpresa.

                  REAL MADRID

                     

Campeón de todo la temporada pasada, el equipo que dirige Pablo Laso busca el más difícil tratando de revalidar corono mientras mantiene el estilo que, con los matices introducidos el año pasado, le ha llevado a la cima. Con una plantilla probablemente con más calidad pero algo más corta (aunque con el as en la manga de un más que probable fichaje venidero) la primera gran meta del nuevo Real Madrid será mantener el hambre de sus jugadores. Cuestión peliaguda y propicia para la demagogia, el tema psicológico (por ahí suelen ir los tiros más que por una desidia más o menos consciente de los jugadores) puede tener su peso en un equipo liberado tras su redonda temporada y en el que, además, buena parte de su núcleo duro llega tras el subidon del eurobasket. Cuestiones etéreas al margen, la seguna clave del cuadro blanco bien pudiera ser la integración de Trey Thompkins y Jeffery Taylor. Excepcionales los dos, llegan a un ecosistema propicio para ambos en lo ofensivo pero quizás no tanto en lo defensivo. Capaz de alternar el 4/5 con igual soltura y dotado de una facilidad y clase ofensiva innatas, el ex del Nhizny pasa por ser un jugador solvente en el rebote e inteligente en defensa pero probablemente sufra en las ayudas. Irregular de fuera pero excelso en campo abierto, el sueco por su parte puede dotar al Madrid de soluciones desde el 2 al 4, mientras su trabajo en la línea de pase ayudara a subir el nivel de intensidad. A cambio, Taylor carece de la solvencia tactica de un Rivers clave el año pasado. Más allá de la llegada de Thompkins y Taylor, la mejor noticia para los madridistas es sin duda la continuidad de su pareja de bases. Con Doncic como ilusionante alternativa, de la frescura de Llull y Rodriguez va a depender otra de las patas de una mesa que esta vez carece de la red de seguridad que ofrecían Draper o, en menor medida, Campazzo. En las alas, el buen eurobasket de Maciulis y la notable pretemporada de Carroll despejan la incógnita y la presión sobre el estado físico de un Rudy Fernández llamado a ser dosificado durante el curso. Por dentro, y a la espera de un posible fichaje, Ayon debe ser un referente desde el inicio mientras que se espera que Felipe o Nocioni mantengan en sus casas un retrato envejecido ya que resulta prematuro esperar un impacto inmediato de Hernangomez. En definitiva el Real Madrid, vuelve a aparecer como uno de los favoritos del torneo, añadiendo más variantes ofensivas a su ya de por si enorme repertorio, pero a la vez presenta algunos interrogantes en forma de estado físico o adaptativo que pueden ser claves. De la capacidad para resolverlos, y el tempo para hacerlo dependerá la suerte de un equipo al que una cuarta final four consecutiva colocaría en un lugar privilegiado.


                         FENERBAHCE

                 

Tras alcanzar la final four la temporada pasada, el Fenerbahce llega al nuevo curso tras superar un verano complicado con una nota muy alta. Separado definitivamente de Ulkersport, el conjunto “canario” ha sabido reinventarse para seguir siendo competitivo. Sin el Bjelica que se coronaba como el Mvp de la temporada pasada y con bajas tan sensibles como las de Goudelock, Zisis o buena parte del bloque nacional, el club de Istambul ha sabido moverse en los mercados para configurar una plantilla probablemente más equilibrada que la del año pasado y muy del gusto de un Zeljko Obradovic que por si solo ya es un aval. La continuidad de Vesely o Bogdanovic se ve apuntalada por la llegada de un Luigi Datome que aparece como la mejor solución posible a la marcha de Bjelica, mientras que Antic o Sloukas añaden polivalencia, Kalinic y Udoh intensidad y presencia y Dixon ritmo exterior. Con Hickman recuperado de su lesión, Obradovic goza a su disposición de un núcleo duro de jugadores, polivalentes, capaces de alternar diversos puestos y de apostar por un ritmo de juego total. En el debe, el condicionamiento de los cupos locales (que en buena parte explican también el fichaje de Dixon) dejan un rol quizás demasiado grande a jugadores correctos como Mahmatoglou o Hersek o promesas como Ugurlu o Yurtseven. Más equilibrio, menos carencias de presencia en la pintura, auténticos lujos como Datome o Vesely y Zeljko en el banco son, no obstante, elementos más que suficientes para esperar que el Fenerbahce sea cuanto menos un claro candidato a repetir presencia en la final four. De la capacidad para aprovechar la polivalencia (Sloukas 2/1, Hickman 2/1, Bogdanovic 2/3, Datome 4/3, Antic 4/5...) para mantener la frescura puede depender la suerte de un equipo que a falta de otras consideraciones sin duda va a ser de los más interesantes del torneo.


                            KHIMKI

                

Paciencia. Dos temporadas atrás, el Khimki de Rimas Kurtinaitis llegaba a encadenar 25 triunfos consecutivos para a la postre verse eliminado por el Valencia Basket en los octavos de final de la eurocup y por el Niznhy Novgorod en los cuartos de final. Fuera de la euroliga, el gran objetivo, el club no perdió la paciencia y apostó por renovar al técnico lituano y mantener parte del bloque. Llegó Ty Rice y el Khimki se llevó la eurocup y con ella el pasaporte de nuevo a la euroliga. Una euroliga a la que retorna por la puerta grande y haciendo ruido con el fichaje de un Alexei Shved llamado a ser una de las estrellas de la competición. Llegan además Zoran Dragic y Marco Todorovic perfilando a un club que lograba mantener a todas sus grandes caras del año pasado. Paciencia. Otra vez el concepto y con el la clave. Paciencia para integrar a un Shved pletórico en lo físico pero irregular aun y con margen de crecimiento en una estructura en la que Kurti busca sublimar aquel viejo trio de Popovic-Green-Koponen en uno nuevo de aires celestiales: Rice-Koponen-Shved. Paciencia con un Dragic al que le va a costar encontrar el sitio y con un Koponen muy tocado tras eleurobasket. Paciencia con un Todorovic que sin el manto de Sito no es el interior resolutivo que puede parecer. Paciencia en definitiva para asentar una rotación más larga de lo habitual en los equipos de Rimas y paciencia para dar con la tecla defensiva. Paciencia es la clave, y parece que habrá, veremos hasta donde el calendario permite. Porque más alla de eso, es evidente que al ritmo de Rice el Khimki es un equipo impredecible, que Monya es tan frío como letal en los momentos clave y que Honeycutt parece dispuesto a ser algo más que un aval en el rebote. Con Vyaltsev aportando intendencia, el estado físico de la pareja interior Augustine-Davis pasa por ser el termómetro de un equipo que aun cuenta con Pateev o Sheleketo en el fondo de armario. Paciencia, les va a costar, pero si se meten en el top 16 no hay techo para ellos.


                               BAYERN MUNICH

                 

Con solo dos triunfos el curso pasado, el Bayern Munich fue una de las grandes decepciones de la pasada euroliga por más que su grupo fuera sin duda el más fuerte del torneo. Muy condicionado toda la temporada por su flojisimo nivel defensivo, el equipo de Pesic fue protagonista de alguna de las exhibiciones anotadoras más rutilantes. Irregular en lo domestico, la llegada de los play-off supuso un cambio de rumbo en el que la pizarra del técnico serbio, bien escoltado por Mutapcic, lograba revertir la situación a base de trampas defensivas y un mayor compromiso. La victoria en el quinto partido de la semifinal en Berlín, en un partido que ya es parte de la historia del basket europeo, abría las puertas de la final de la BBL y con ella las de una nueva oportunidad en la euroliga. Con la lección aprendida, el club bávaro llega ahora con un equipo continuista en la forma pero mucho más trabajado en lo físico en el fondo. Con Savanovic-Bryant formando una pareja interior de deleite para los estetas, la vuelta de Deon Thompson ofrece una alternativa fiable y sólida. A su vez, y a poco que le respeten las lesiones, el fichaje de Maxi Kleber (lesionado de inicio) dota al equipo de una amenaza ofensiva de primer nivel...sin tanta penalización defensiva. Por fuera, a la continuidad de Gavel, Djedovic, Taylor o de un Zipser llamado a cosas más importantes, se ve reforzada con los fichajes de KC Rivers y Alex Renfroe. El primero pasa por ser uno de los jugadores más valiosos tácticamente de Europa y un excelente defensor, que a priori además contará con más rol ofensivo del disfrutado en Madrid. Por su parte, el jugador “bosnio” ofrece garantías defensivas, buena gestión de los ritmos y un perfecto complemento para un Micic que necesita dar un paso más en su juego. Más coral y físico (aunque de momento el tema defensivo sigue en el alero, llegando a encajar 57 tantos en la primera parte en su reciente visita al Phoenix Hagen), el nuevo Bayern cojea un tanto en amenaza triplista y es otro de los equipos condicionados por el tema de los cupos locales. Y es que, tras la salida de jugadores como Benzing, Staiger o Schaffartzik, Pesic deberá completar su roster con jugadores emergentes como Mayr o Kovacevic. Con todo, mucho se han de torcer las cosas para que el club muniches no arañe este año un botín más preciado.


                   ESTRELLA ROJA

                  

Campeón, al fin, de las ligas adriatica y serbia, el Estrella Roja busca repetir su buen papel del curso pasado en una euroliga que se antoja realmente dura. Un reto que el club de Belgrado afronta con una profunda renovación en sus filas. La salida de un Marjanovic que fue el centro del juego ofensivo del año pasado se veía acompañada de bajas tan importantes como las de Marcus Williams (el verdadero factotum ofensivo) Kalinic (el alma defensiva) o el querido Charles Jenkins. Con todo, y pese al indudable peso de estas bajas, el equipo de Radonjic se presenta con una estructura sin duda a la altura de la del año pasado. Y es que, por mucho que uno lleve tiempo siguiendo este negocio, sigue siendo complicado de entender que dos jugadores de la talla de Gal Mekel y Ryam Thompson no hayan acabado en clubes de un mayor potencial económico. El israeli, probablemente oposite a ser uno de los mejores bases del torneo y solo su falta de amenaza triplista regular le separa de ser una estrella con mayúsculas, mientras que el estadounidense sigue siendo un jugador sobrio, callado y cuyo impacto trasciende en mucho a sus números. Junto a esa dupla de lujo, llega a Belgrado un Schortsianitis venido a menos (no en lo corporal) pero que aun puede ser un factor ofensivo puntual mientras comparte línea interior con un Zirbes ya imprescindible y un Nastic que buscará arañar minutos. Con Mitrovic progresando a su bella manera en el cuatro, la llegada de Simonovic dota de experiencia a un puesto de alero donde Dangubic debería dar ya un paso al frente (ay ese tiro exterior si acompañara un poco a esas piernas prodigiosas). Con Jovic apretando en defensa desde el banco y Lazic ejerciendo de canalizador de la energía de esa grada tan espectacular, aun queda espacio para que Tejic, Rebic o Guduric vayan quemando etapas. En definitiva, Belgrado seguirá siendo una de las pistas más complicadas del torneo, por el público y por un equipo construido en torno a dos figuras de primer nivel y un buen puñado de complementos. En el debe, la falta de amenaza exterior (¿posible fichaje Usa?) y una racha de lesiones que de momento deja fuera del inicio a Dangubic, Tejic o Lazic. ¿Suficiente para pasar al top 16? La teoría dice que los rojiblancos deberían jugarse un puesto con el Bayern, pero que nadie descarte que en Belgrado el contador de “victimas” sea mucho mayor...


                                 STRASBOURG


           

Con el sello inconfundible de Vincent Collet, el Strasbourg regresa tres temporadas después a la euroliga buscando ser el primer equipo galo en superar la primera fase desde que lo hiciera el Pau Orthez en la 2006/07, una empresa que de nuevo se antoja muy complicada dado el nivel del grupo. Con dos bajas de la envergadura de Antoine Diot, el autentico líder del equipo, y Toupane, el equipo alsaciano afronta la competición con una plantilla corta, renovada y con margen de crecimiento. Con un arranque de temporada irregular donde tras imponerse en la supercopa al Limoges, caían en el debut liguero como locales ante el Asvel, el SIG busca afianzar su idea de juego para cuanto menos ser uno de los jueces del grupo. La renovación de el a menudo infravalorado Howard y la llegada de Weems dotan a los de garantías en el puesto de cuatro, mientras que en la línea exterior todo parece indicar que este puede ser el año de la definitiva resurrección de un Rodrigue Beaubois cercano al de sus mejores días. Junto al ex mavs, la llegada de Mardy Collins y el papel de Campbell o Lecombe garantizan una rotación más que digna. En la pintura, la llegada de Golubovic parece ofrecer garantías a poco que el montenegrino recupere parte del nivel exhibido hace dos años en Turquía. Por lo demás, el siempre cumplidor Fofana o un Leloup que volverá a contar con muchos minutos completan una rotación en la que Duport puede dar algún relevo interior y donde es de esperar que sigan apareciendo oportunidades para el ilusionante Frank Ntilikina.